Como parte del rebaño en que Dios nos ha puesto, debemos ser parte del cuidado, necesitamos hacer nuestro trabajo con mucha responsabilidad, con humildad, con diligencia, pues la mies es mucha y los obreros pocos.
Como lo dice el libro de hechos.
Como parte del rebaño en que Dios nos ha puesto, debemos ser parte del cuidado, necesitamos hacer nuestro trabajo con mucha responsabilidad, con humildad, con diligencia, pues la mies es mucha y los obreros pocos.
28 Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. 29 Sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes lobos feroces que procurarán acabar con el rebaño. 30 Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan. 31 Así que estén alerta. Recuerden que día y noche, durante tres años, no he dejado de amonestar con lágrimas a cada uno en particular.
32 Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, mensaje que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados. 33 No he codiciado ni la plata ni el oro ni la ropa de nadie. 34 Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros. 35 Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir”
Hechos 20:28-35
Es importante estar vigilantes en la iglesia, porque dentro de ella pueden levantarse personas mal intencionadas y perversas que intenten desviar a las ovejitas.
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados y tener presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. .
Hechos 20:35
Qué gozo es cuando podemos ser instrumentos de bendición para nuestros hermanos en la iglesia. Cuando damos de nuestro tiempo, de los recursos que Dios nos proporciona, de los dones y talentos que nos han sido encomendados, estamos siendo bendición para otros.
La idea es que nuestra mentalidad sea renovada para que siempre estemos en disposición de “dar”, en lugar de estar esperando que nos den. Es mucho más feliz quien da.