No permita que su corazón se endurezca
Las adversidades tienen como propósito llamar nuestra atención, que nos volvamos sensibles a su voz. Dios quiere decirnos algo, porque seguramente hay cosas que no estamos haciendo bien.
Las adversidades tienen como propósito llamar nuestra atención, que nos volvamos sensibles a su voz. Dios quiere decirnos algo, porque seguramente hay cosas que no estamos haciendo bien.
Así como el pastor de un rebaño cuida a sus ovejas, nosotros somos responsables del cuidado de las personas que aún no tienen madurez espiritual.
Las dediciones guiadas por el Espíritu Santo, siempre son exitosas.
La promesa de Dios es; sabiduría, ciencia y gozo a quien le agrada.
Hay cosa que se pueden callar, otras que se deben anunciar con valor y vehemencia.