Evita la contienda
Las discusiones no llevan a nada bueno. En momentos de ira podemos herir a las personas, con nuestras palabras, por eso hay que ser muy prudentes.
Las discusiones no llevan a nada bueno. En momentos de ira podemos herir a las personas, con nuestras palabras, por eso hay que ser muy prudentes.
Así como el pastor de un rebaño cuida a sus ovejas, nosotros somos responsables del cuidado de las personas que aún no tienen madurez espiritual.